Cuando yo me vaya para morir.

Todos moriremos tarde o temprano, y yo no seré menos.
Me tendré que alejar de todos una vez en mi vida, para emprender mi viaje, sólo, hacia la luz.
Me encantaría decir tantas y tantas cosas, a tanta y tanta gente. Qué creo que será muy tarde ya, cuando lo quiera hacer. Cuando me quiera despedir.
Día tras día, y poco a poco me voy apagando.
¿Me darás tú esa luz que necesito?
¿Harías de guía de este pelegrino en la oscuridad?
No lo quiero, lo necesito. Necesito que alguien extienda sus alas de luz y me rodee con ellas en un fuerte abrazo.  Porqué hay tanto y tanto, que me gustaría susurarrle en este momento.
Nunca sabes si hoy será el último día de tu vida. Si será la úlrima vez que pueda escribirte "te quiero".
Si debo morir, adelante, pero no quiero desaparecer del todo. Pues en tus recuerdos, yo, soy inmortal.
Una voz que te susurrará cuando estes mal, y lo necesites. Qué cuando añores el calor de un abrazo de corazón pueda dartelo yo.
Sé feliz aunque yo no esté, y no llores, porque siempre quiero ver tu sonrisa.
No me voy tan lejos, estoy más cerca de tú corazón de lo que crees. Te quiero.
Y el día que me vaya para morir, no olvides nunca estás palabras...
Pasé lo que pase, morí pensando en tu sonrisa, en ti. Y ese fué mi último recuerdo.
Tú, sonriendo.